Seleccionar página

Los préstamos personales son un recurso económico que te pueden proponer una entidad bancaria o prestamista con unas determinadas condiciones. En este tipo de contrato nos encontramos al cliente (que recibe el nombre de prestatario) y la parte que nos va a prestar el dinero (que es la parte prestamista). Se acuerda la entrega de una cierta cantidad económica a cambio de una serie de intereses (que son las cuotas) en un determinado tiempo (plazo de amortización).

Los préstamos pueden ser una solución efectiva ante momentos en los que necesitamos dinero de inmediato; sin embargo, teniendo en cuenta los intereses a asumir, tan solo se recomienda que se considere un último recurso.

Sin más dilación, hemos preparado una serie de consejos para que puedas pedir el dinero a través de estos préstamos y no tengas ningún problema.

 

préstamos personales

Contenidos

Los mejores tips para elegir préstamos personales:

 

1.     Calcula exactamente la cantidad de dinero que necesitas

Hasta hace algún tiempo, era habitual que la parte prestamista te ofreciera más dinero del que realmente necesitabas a la hora de solicitar préstamos personales. Y esto sonaba atractivo porque, al fin y al cabo… ¿Quién no querría tener más dinero?

Sin embargo, el problema de un préstamo elevado es que también tendrá asociados unos intereses más altos, por lo que la devolución será más complicada.

Los préstamos rápidos tienen precisamente esta particularidad: ser rápidos. Sin embargo, ante esta velocidad tan elevada es posible que pases por alto las condiciones y que tan solo empieces a notar sus efectos cuando sea demasiado tarde.

Tienes que calcular los intereses antes de pedir el dinero. En el caso de que eleves la cantidad a pedir, tendrás que calcularlos de nuevos.

Por fortuna, los simuladores online lo hacen todo por ti, para que tengas la información de una forma más accesible.

 

2.     Reduce el plazo de amortización

Otra de las claves para solicitar préstamos personales y no arrepentirse es elegir un plazo de amortización que sea lo más reducido posible. Ten en cuenta que la parte prestamista querrá te propondrá un plazo más extenso con la premisa de que será más cómodo para ti poder asumirlo. Aunque no le falta razón, también ganará más con los intereses que te cobrará.

Para calcular el plazo de amortización en un préstamo personal tendrás que considerar tus ingresos y gastos. Haciendo los cálculos pertinentes, tendrás que asegurarte de ser capaz de asumir la cuota mes a mes.

Una vez tengas unas cifras, es el momento de reducir el plazo de amortización lo máximo posible, de tal forma que puedas devolverlo cuanto antes.

Por otra parte, muchas entidades de préstamos personales te dan la opción de acceder a la amortización anticipada (puede ser total o parcial, dependiendo de si adelantamos una cantidad de dinero para amortizar una o varias cuotas, o si satisfacemos por completo el préstamo personal).

Esto puede ser interesante para quitarse la deuda cuanto antes… pero habrá que analizar las condiciones: es posible que te cobren comisiones por hacerlo, y que estas sean un tanto elevadas.

 

3.     Cuidado con los retrasos

Una de las condiciones que con más detalle se tratará en el contrato de los mejores préstamos personales son aquellas relacionadas con los retrasos. Es crucial que tengas capacidad financiera para asumir la cuota que has elegido, mes a mes. Si te retrasas en el trato, aunque tan solo sea un día, te va a salir bastante caro.

La entidad puede aplicar lo que se conoce como un interés de demora. Una de las principales particularidades de este tipo de interés es que suele ser más elevado que los intereses convencionales.

En el caso de que la situación se agrave y no seas capaz de pagar el resto de cuotas, la deuda seguirá incrementándose. Esto podría llegar a tal punto que la entidad podría llegar a embarcar tus cuentas, incluso hasta tus bienes.

Por ello, al solicitar préstamos personales debemos hacer toda una serie de consideraciones, pero una de las más importante es tener claro que lo podemos pagar y que nos será posible abonar la cuota mensual.

 

4.     Ten claros los requisitos para el préstamo

Los préstamos online te pueden ayudar a tener el dinero antes de lo que te imaginas, pero también tendrás que cumplir con una serie de requisitos. Suelen ser inferiores a los que se exigen en los préstamos  convencionales, pero también deben cumplirse.

Si los estudias con antelación te puedes ahorrar mucho tiempo.

Además de pedirte un documento que acredite tu identidad, la entidad te solicitará garantía que les demuestren que puedes devolver el dinero; normalmente, suelen pedirte una nómina y un contrato de trabajo.

Los autónomos también pueden solicitar el dinero, pero tendrán que aportar algunos documentos como el alta como profesional, declaración de IVA o IRPF, facturas y otros documentos.

También es posible que tengas que justificar el gasto: es decir, debes indicar a la parte prestamista el motivo por el que vas a pedir el préstamo y el uso que le vas a dar.

 

5.     No firmes sin saber exactamente cuánto vas a pagar

Además de todos los consejos anteriores, para solicitar préstamos personales debes tener muy claro cuánto vas a pagar (cantidad inicial + intereses). Para ello, lo más importante es fijarse en la TAE o en la Tasa Anual Equivalente.

Se trata de un porcentaje en el que se engloba el coste total del préstamo (dentro del mismo están incluidos tanto los intereses, comisiones, gastos, así como cualquier otro tipo de criterio).

Conclusión

Una vez tengas claros todos estos criterios, es fundamental comparar entre diferentes préstamos personales para elegir aquel que se ajusta a tus necesidades. Quizá puedas encontrar alguna oferta puntual sobre intereses más reducidos de lo habitual.